Dicen que cuando cierras una página,
nunca la cerraras del todo, porque igual que la pasas vuelves a ella.
Y que me lo digan a mi. No has sentido nunca esas inmensas ganas de
desaparecer?, de no saber que hacer porque no sabes que es mejor, si
el intentar olvidar o el permanecer así?
Ha llovido tanto desde aquel maldito
día y sigue lloviendo que me siento impotente, me siento tan vacía
por querer que quedes en el pasado y no poder, o mejor dicho no
querer. El otoño se me hace largo, hace demasiado que no veo el sol,
hace demasiado que no noto su calor en mi piel, ni el tuyo, hace
demasiado que no te siento en mi cuerpo haciéndome tuya, hace mucho
que dejé de tener esa sensación.
La echo de menos, y era una necesidad
para mi y lo es, era despertarme con esa sonrisa que se me salía de
la cara, era saber que eras mi sueño. Muchos piensan que los sueños
sueños son y nada va más allá, pero no es así, yo llegué a tener
mi sueño entre mis manos, llegué a tenerlo en mis labios.
Simplemente me jode hablar en pasado
porque no quiero pensar que no volverás, me gusta soñar y seguiré
haciéndolo aunque me digan que no vale la pena, que si no salió
bien era porque antes o después me daría con la puerta en las
narices, que antes o después me caería el tupido velo que tenía
ante mis ojos, pero no es que haya caído, es que nunca lo tuve ante
mi, porque no me enamoré de una apariencia, ni de lo que yo esperaba
de ti, me enamoré de ti, de tus palabras, de cada gesto, de tu
sonrisa, pero de lo que más de tu pensamiento.
Nunca te dije que te admiraba, que lo
eras todo para mi, nunca te dije que no sabía vivir sin ti, que no
sabía respirar si no estabas aquí. Y me arrepiento, me arrepiento
de no haberte dicho las cosas tan claras como se me pasan por el
corazón, me arrepiento de todo lo que no te dije.
Y es que es tan profundo, que no tiene
límites. Me enseñaste a creer en mi misma, pero ahora me falta el
aire, ese que invadía mis pulmones, ese que me evadía de las
emociones.
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