y nadie más importa...

Bueno, hoy buscando entre papeles he vuelto a encontrar mis desahogos nocturnos... Me acuerdo que esto lo escribí un día cuando volví de fiesta, si un día de esos en que me paso hasta que sale el sol llorando y rellenando páginas...

No sé si ha llegado el día, sólo se lo que siento por él. Sé que cada lágrima merece la pena, que los segundos a su lado no tienen precio. Pero lo peor de todo es que ya no sé que debo hacer, no sé que debo hacer para mantenerme a su altura, porque él me enseñó que a pesar de muchas hostias hay que aguantarlo todo, hay que ser fuerte.
La verdad es que en su mirada me pierdo, y cuando veo esa sonrisa, simplemente es cuando vuelvo a vivir, a vivir sin ningún miedo, porque siento que lo tengo todo si él está, siento que soy feliz, que todo gira alrededor de él y nadie más importa.
Sé que para ninguno de los dos esto es fácil, que cada uno lo lleva a su manera, pero lo que no puedo imaginar es la idea de perderle, es imposible, porque sólo de pensarlo me hundo más en mi propia mierda.
Sólo de pensar que no es feliz mi interior se revuelve, se empieza a corroer, porque sé que dejaría mi vida, la  haría desaparecer sólo para que el tuviera todo lo que merece... esto me da miedo, porque no sé a que aspira, sólo sé que nadie le va a amar como yo...
Muchos dicen que estoy dejando la vida pasar, pero no es así, simplemente estoy intentando volver a vivir mi vida porque para hacerlo le necesito aquí, y es que ya no sé vivir sin él, estoy encadenada y más de lo que cualquier persona quiere encadenarse a alguien.
Sólo quiero que su mirada se ilumine y hacerlo sonreír coño, no pido tanto, al menos eso es lo que pienso, que no es tanto... pero eso empieza a costar cada vez que no le veo. Me enseñaron que quien algo quiere, algo le cuesta, y es así, porque esto es luchar cuando ya no quedan fuerzas para salir a flote, pero, al mismo tiempo, es luchar para tenerle a mi lado.

Por fin!

Y de nuevo esas miradas cruzadas, esa tensión, la complicidad infinita, las miles de risas...

Volver a sentir tu respiración en mi cuello, lo necesitaba, me devolviste la sonrisa, mi sonrisa. Cada minuto a tu lado, cada palabra, cada vez que te mordías el labio, cada gesto de ayer me caló de locura los huesos.

Mi miedo?

Todavía no puedo decir que paso de ti, que aprendí a vivir sin que estés tú ahí haciéndome reír a carcajadas, no puedo. Puedo hacer que de mi boca salgan las palabras te he olvidado, eres pasado, si nunca me quisiste porque lo vas a hacer ahora?, soy capaz de decir tantas cosas que no siento y de callarme todas las que corroen mi interior.
Y es que para decir adiós a parte de tu vida o a tu vida en general, para construir una nueva debes tener las ideas muy claras y saber verdaderamente que tus sentimientos no son tan grandes y que vas a ser capaz de olvidar a esa persona. Pero cuando sabes que no lo eres, cuando sabes que dependes de su respiración, te sientes atada a un pasado que no sabes si se hará camino en tu presente y en tu futuro.

Así, dicen muchos escritores que recordar es volver a vivir y el volver a vivir un capitulo triste de tu vida te hará temer cada día mas en volver a equivocarte con alguien. Pero ese no es mi miedo, mi miedo se reduce a no sentirte a mi lado, porque mis recuerdos no son tristes, son felices y me hacen sonreír, y todas las lágrimas no eran de felicidad pero igualmente no me importan porque eras tú el motivo.

Tantos muros...

A veces, las personas nos ponemos muros, muros que creemos que nos protegerán de cualquier cosa que nos pueda hacer daño. Pero, ¿Qué pasa cuando alguien o algo te destruye ese muro?
Te desarma. 

Te veo y tiemblo.

Eres la única persona que fue capaz de hacer que me valorara por primera vez, fuiste capaz de enseñarme a vivir por mi y dejar de hacerlo por los demás, me enseñaste que habrá mucha gente por la que lo darás todo y por la que sangrarás si es necesario y que luego desaparecerá de tu vida para no volver, intentando destrozar cada parte de tu ser, porque como te conocen saben lo que te hace daño.
Que la vida es injusta y más con quien menos lo merece, pero cada cosa cae por su propio peso, ya puede pasar más o menos tiempo pero lo hace, que cada persona deja su huella por lo que es en realidad, no por las apariencias y comentarios que guían a esta maldita sociedad.
Por eso nunca me importó lo que dijeran de ti, nunca, porque te quería y te quiero tal y como eres, con todos los pros y contras que puedas tener, porque no me enamoré de tu apariencia, lo hice de tu personalidad. Y lo que no entiendo es cuando me dices que valgo mucho, que haré mis sueños realidad, que puedo tener a mi lado a quien quiera, y no lo entiendo porque es a ti a quien quiero a mi lado y no te tengo. Entonces, que me queda? llorar, luchar e intentar cambiar el curso de esta historia. Porque aunque me digas que hay tíos mejores que tú, dime donde que aún así no renunciaría al dolor que vivo por ti, porque eres mi modo de vida.