Y de nuevo esas miradas cruzadas, esa tensión, la complicidad infinita, las miles de risas...
Volver a sentir tu respiración en mi cuello, lo necesitaba, me devolviste la sonrisa, mi sonrisa. Cada minuto a tu lado, cada palabra, cada vez que te mordías el labio, cada gesto de ayer me caló de locura los huesos.
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