No sirve de nada cerrar los ojos a los problemas y esperar a que estos desaparezcan. Quizás estos problemas por los que tanto sufres, un día se conviertan en anécdota. Pero no cierres los ojos ante ellos, ciérralos para coger fuerza, para mirar el pasado, el presente y construir un futuro en el que estos problemas desaparezcan, que de ellos solo queden vagos recuerdos.
Piensa el tiempo que haga falta que cerrarle los ojos a esos problemas, es cerrarle los ojos a la vida, no luchar por lo que en verdad quieres, dejar pasar todo el esfuerzo realizado, es tirar la toalla.
Prométeme que aunque no queden fuerzas, las buscaras en aquel lugar donde nunca has llegado, donde se esconden esas ultimas gotas que jamás saldrán, seguro que es donde se esconden también esas fuerzas que jamás llegaste a pensar que algún día deberías utilizarlas, pero hazlo busca en aquel lugar oculto, sé seguro que es donde están esas ganas de seguir a delante y no cerrarle los ojos a la vida.
Por ello debes sonreír, cuando no puedas mas cierra los ojos y busca en el interior, allí encontraras esa pequeña fuerza y ganas de seguir adelante, aunque antes de ello tengas que derrumbarte.
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